El Premio Pritzker es una distinción de gran prestigio en el mundo de la arquitectura, otorgada anualmente a un arquitecto cuya obra demuestre talento, visión y compromiso, así como un aporte continuo y significativo a la humanidad y al medio ambiente. En esta ocasión, el galardón fue concedido a Balkrishna Doshi, un arquitecto y urbanista de India, quien se convierte en el primer laureado de su país en obtener el llamado Nobel de Arquitectura, tras una carrera de casi siete décadas y a la notable edad de 90 años.
Un legado arquitectónico sin fronteras
Nacido en Pune, India, en 1927, Balkrishna Doshi se formó en arquitectura en Bombay antes de trasladarse a Europa para trabajar con el célebre Le Corbusier en París entre 1951 y 1955. Hoy es reconocido como uno de los arquitectos más influyentes de India, destacando por su enfoque en el diseño de viviendas asequibles. Su proyecto Aranya low-cost Housing en Indore es un ejemplo de su compromiso social, albergando a 60.000 personas en un entramado de viviendas, patios y pasajes. Fundador del estudio Vastushilpa, Doshi ha completado más de 100 proyectos, incluyendo la Galería de Arte Amdavad ni Gufa, el Tagore Memorial Hall y el Instituto Indio de Gestión de Bangalore. Su arquitectura se caracteriza por elementos como cilindros, grandes arcos y ‘bóvedas semienterradas’, creando espacios que se integran con el clima y el entorno de manera sostenible y tradicional, sin necesidad de etiquetas modernas.
Valores y filosofía en la obra de Doshi
El laureado con el Pritzker ha impartido conferencias a nivel mundial, pero se distingue por mantener su obra dentro de las fronteras de su país. Con casi siete décadas de trayectoria, ha demostrado que la esencia de la arquitectura tradicional puede evolucionar hacia edificaciones modernas y atemporales. En sus propias palabras: “creo que es muy importante que este premio llegue a la India… hablamos de vivienda, ocupantes ilegales, hablamos de pueblos, todos hablan, ¿pero quién hará algo al respecto? Yo tomé la decisión de que trabajaría por la ‘otra mitad’. Trabajaré por ellos y les daré su lugar.” Balkrishna Doshi ha sostenido que el urbanismo, el paisajismo y la arquitectura son conceptos inseparables, y que la responsabilidad es tan crucial como la identidad en la arquitectura, principios a los que ha permanecido fiel a lo largo de su carrera. El premio le será entregado en mayo en el Museo Aga Khan de Toronto, Canadá, consolidando su legado como un referente en la arquitectura y como ser humano.
En resumen, la obra de Balkrishna Doshi y su reciente reconocimiento con el Premio Pritzker 2018 son un testimonio de la capacidad de la arquitectura para influir positivamente en la sociedad. Su enfoque en la sostenibilidad, la accesibilidad y la integración de la arquitectura con el entorno natural y social, reflejan un legado que trasciende las tendencias y se arraiga en valores universales. Doshi no solo ha diseñado edificios, sino que ha construido comunidades y ha inspirado a generaciones de arquitectos a pensar más allá de la estética y a considerar el impacto humano y ambiental de su trabajo.
El Premio Pritzker, al honrar a Doshi, no solo celebra una carrera excepcional, sino que también destaca la importancia de una arquitectura que es a la vez práctica y poética, local y global, y profundamente arraigada en las necesidades y aspiraciones de las personas a las que sirve. La trayectoria de Balkrishna Doshi es un claro recordatorio de que la arquitectura, en su mejor expresión, es un arte que enriquece la vida de las personas y moldea el futuro de nuestras ciudades y comunidades.