Como arte y oficio propio que es el diseño web y su desarrollo o creación, hemos presenciado y conocemos la historia y la evolución de las habilidades, las herramientas, las técnicas y las preferencias del mercado, de los usuarios y de las empresas, así como los grandes cambios y los principales estilos de página web que han ido surgiendo y copiándose unos a otros en busca del diseño definitivo y más útil, bello y práctico, a la vez que cómodo, para su uso y sus finalidades. Así, vemos que a lo largo de los últimos años, desde que empezó a popularizarse internet y a llegar a cada casa, este se ha visto alterado y las páginas web han sufrido muchos cambios. Unos influenciados por esas tendencias que mencionábamos y otros por los dispositivos, el uso o la utilidad de la página en sí misma.
A continuación veremos los principales estilos de la web a lo largo de la historia, así como su evolución y la moda, comparando esta modificación o este diseño con el anterior y el posterior y poniéndolo en contexto histórico, viendo de qué manera se adaptaban a los dispositivos de uso más frecuente y a la propia evolución de los ordenadores y las máquinas de consumo por parte de los usuarios. Comencemos por tanto con la importancia de la parte visual y del diseño estético de las páginas web, la importancia que tiene formarse con un curso en diseño web UX y analizaremos su historia y su evolución con el paso del tiempo.
La evolución de la imagen de las páginas web
En sus primeros inicios, las páginas web se componían principalmente de texto, hasta que la capacidad de la tecnología y de los ordenadores les permitió a los desarrolladores y a los diseñadores de páginas web llegar un poco más allá, incorporando imágenes, colores e incluso vídeos o animaciones, incluso de tipo 3D, que consiguió revolucionar por completo la capacidad de internet y de las webs. Ya no se trataba de un lugar con información básica y compleja o confusa por su extensión y su diseño plano o sencillo, sino un espacio bonito y agradable en el que informarse, conocer la marca, los productos o servicios, el contenido que esta ofrecía al público en general y a los visitantes, etc.
Desde que se estableció la capacidad de diseñarlas libremente con todo tipo de elementos, funciones y complementos, las páginas web han ido desarrollándose de forma mucho más compleja, lo que en un comienzo dio como resultado páginas web completamente recargadas y muy barrocas, donde el usuario recibí multitud de estímulos, veía letras de diferentes colores y tonos, vídeos, sonidos, imágenes, etc. Todo sin un orden aparente y de forma desordenada, lo que no tardó en cambiar. Debido a la confusión y a lo incómodo que era este tipo de diseño o estilo, las compañías empezaron a apostar por el minimalismo y por el orden, por un entorno limpio y conciso en el que se ofreciera precisamente aquello que fuera realmente necesario e interesante.
Y con la llegada de los móviles inteligentes y las tabletas, las páginas han tenido que adaptarse al paso de una pantalla grande de ordenador en un entorno de sistema operativo de escritorio en el que se trabaja y se navega con un ratón al entorno de los dispositivos móviles, donde la navegación depende de la tecnología multitáctil, es decir, de nuestros dedos. Deslizar, pellizcar la pantalla con dos dedos para ampliar o alejar, pulsar botones y títulos o fotos, etc. Y el diseño se simplificó mucho más, para no recargar demasiado una pantalla pequeña, ya que el espacio es menor.
El cuidado de aspectos prácticos y de programación
Por supuesto, una página web no es solo una imagen o una estética básico. Hay mucho detrás de cada animación, cada foto, cada texto o cada bloque de contenido de una web y sección. Todo ello debe estar cuidado a nivel estético, claro, pero también a nivel interno, trabajando el código fuente de la página web y su desarrollo, así como empleando las herramientas que nos ofrezca la plataforma en la que estemos elaborando la página y con la que nos apoyemos a la hora de publicarla o actualizarla y de introducir en ella más contenido. Hoy en día existen tantas plataformas para ello y están tan avanzadas que lo normal es utilizarlas para la creación de una página web, en lugar de hacerlo exclusivamente a base de lenguaje de programación sobre un documento o archivo vacío.
En los últimos años hemos visto una tendencia predominante que nos ha llevado a llevar ese minimalismo un paso más allá, estableciendo el estilo actual más utilizado por las grandes compañías y empresas, no solo para las páginas corporativas y las tiendas online o los negocios, sino también para las redes sociales, por ser un estilo que se adapta mucho mejor a los entornos móviles y de escritorio por igual. Este estilo se caracteriza por ofrecer un diseño mucho más limpio y sencillo, capaz de cambiar para adaptarse por igual a la pantalla vertical de un móvil inteligente sea de cuatro pulgadas o de seis y a la de una tableta de siete o doce pulgadas e incluso a un ordenador con una pantalla de más de 30.
Así, pasamos originalmente de webs sencillas y planas a muy recargadas y, posteriormente, a algo más sencillo y minimalista que ha ido ganando complejidad sin caer en la saturación ni en la confusión ni la sobrecarga visual.
Herramientas y novedades que revolucionaron y cambiaron la web
Todos estos cambios y estos estilos que hemos ido comentando se vieron influenciados y alterados gracias a diferentes novedades y pequeñas revoluciones que marcaron un antes y un después, haciendo que las páginas web de las empresas y las compañías, tanto de las grandes multinacionales como de los medianos y pequeños negocios, tengan que adaptarse y actualizarse a esos cambios. Entre estas herramientas podemos hablar de la opción de incluir en la web un catálogo con botón y carro de compra, así como todos los módulos y plugins necesarios para poder montar la tienda digital, que supone al mismo tiempo un gran trabajo por parte de los desarrolladores o diseñadores web y la empresa, que deberá gestionar los pedidos, envíos, devoluciones, etc.
También, las redes sociales y el poder de los buscadores o la publicidad en ellos ha supuesto un cambio brutal en la forma de hacer las cosas y de crear contenido para las páginas web. No buscamos la web mediante un enlace o un link, sino escribiendo palabras relacionadas en el buscador que utilicemos, por lo que empieza a tener gran relevancia ese contenido, cómo está escrito y de qué forma se distribuye, así como la periodicidad de publicación, lo que impulsa los blogs corporativos y su conexión con los perfiles de la marca en las redes sociales. Y eso a su vez altera el diseño estético y práctico de la web, cambiando la experiencia de usuario. El público buscará la empresa, su información y sus productos por un lado, así como su perfil social a través de las redes sociales. La labor de la web es la de cuidar el posicionamiento en el buscador y la imagen en las redes, además del estilo aplicado en la página.