A lo largo de los últimos años hemos visto diferentes tipografías que se han posicionado como las favoritas por las empresas y por las grandes corporaciones, así como por el mercado editorial y los medios de comunicación. Sin embargo, los tipos de letra van cambiando y, según las tendencias y la llegada de nuevas fuentes, hemos visto muchos cambios en busca de una tipografía que se adapte a cualquier medio o formato y que sea la más recomendable para cada marca y cada espacio, ya que no es lo mismo emplear un tipo de letra en una campaña publicitaria que en la información sobre un producto o sus instrucciones, ingredientes y alertas.
Con el fin de comprobar cuáles fueron las tipografías más empleadas a lo largo de la historia y las más populares hoy en día, veremos en primer lugar qué son las tipografías y cómo se puede definir o resumir la idea de esta palabra, cómo se emplea y qué ofrece a los usuarios y los profesionales, así como sus limitaciones y sus ventajas. Más adelante comprobaremos cuáles son las más populares y cuál se emplea en cada caso, así como algo de información general sobre lo que nos transmiten y, como no podría ser de otra manera, veremos la historia de este arte y de su implementación a lo largo de los siglos y las épocas, porque, aunque pueda parecer algo extraño e increíble, algo tan reciente como las tipografías tiene su origen para nuestra cultura ya en el Gótico y el Renacimiento, junto con la llegada de la Imprenta, por Johannes Gutenberg.
Empecemos, para introducirnos en el tema y todo su contenido, por definir tipografía.
¿Qué es la tipografía?
Debemos saber que la tipografía es el tipo de letra que se emplea para mostrar un texto, ya no solo de forma impresa o escrita, sino también digital, ya que vivimos en un mundo digitalizado e informatizado en el que leemos y consumimos contenido escrito a diario en nuestros móviles, nuestras tabletas y en todo tipo de ordenadores y computadoras. Hoy en día estamos rodeados de tipos de letras diferentes, de tamaños, formas, estilos, detalles y estilos que, aunque no sabemos identificar o aún en el caso de que no supiéramos qué nos están ofreciendo o qué diferencia presentan con otra similar y para qué se emplea una u otra, son decisivas tanto para favorecer la lectura como para atraer la atención del consumidor o del público, transmitir un mensaje y, por supuesto, embellecer ciertas obras o adaptarlas a las necesidades que estas presenten.
La tipografía en sí misma es todo un oficio o una industria enorme que se encarga de escoger y trabajar con sumo cuidado los tipos de letras y su implementación, de cara a diseñar y desarrollar todos los útiles y materiales necesarios para poder imprimir un libro, por ejemplo, o realizar cualquier tipo de obra. Hoy en día, con la digitalización y el salto a los ordenadores, los móviles y las pantallas de todo tipo, se ha simplificado el proceso y se ha combinado con otras ramas y materias como el diseño gráfico e incluso la ilustración, pero no por ello deja de ser un oficio y un arte en sí misma. Es aconsejable formarse previamente en un curso en diseño gráfico para comprender mejor la digitalización de la tipografía.
Con la tipografía se pretende comunicar algo y hacerlo de la mejor forma posible. Para ello se escogen y se editan diferentes detalles de cada uno de los caracteres y/o elementos que la componen y se logra desarrollar la mejor opción representativa y visual. Por ejemplo, si queremos realizar una camiseta para un equipo de fútbol o un grupo deportivo, quizá prefiramos optar por un tipo de letra grueso, ancho, sin mucho detalle, de cara a transmitir esa fuerza y solidez del equipo. Si, en cambio, buscamos definir el nombre de una marca de ropa cara y elegancia, optaremos por una más delgada, con curvas y ciertos elementos que transmitan esa personalidad de la marca.
Historia de las tipografías y su evolución
Podemos hablar de tipografía o de escritura desde el primer momento en el que vemos algún tipo de representación de comunicación de forma escrita, en otras palabras, desde el comienzo de la Historia. Sin embargo, puesto que no surge este arte u oficio hasta el gótico, con algunas ediciones de la Biblia, en una tipografía denominada textura, comenzaremos a analizar los diferentes estilos y los tipos más empleados a partir de este periodo. Claro que, cuando se desarrolló realmente fue en pleno auge del Renacimiento, coincidiendo, como decíamos antes, con la invención de la imprenta. Johann Gutenberg inventó los primeros tipos de letras, conocidos como redonda o romana. En aquel tiempo, no se pretendía desarrollar una tipografía con aspiraciones de belleza ni de representación de un sentimiento o un estilo, sino copiar el mismo estilo de los manuscritos de la época.
En lo que respecta a nuestra cultura ese origen está en el Renacimiento, pero ya en China se experimentaba y se probaba la imprenta tiempo atrás.
Siguiendo con el desarrollo de las tipografías, a finales del siglo XVI, se desarrolló en Italia una tipografía que combinaba el estilo gótico y romano. Más adelante se elaboró la Romana de letra blanca, para imprimir Nonius Paripatetica y, en los años siguientes, se inspiraron en ella otras tipografías. Así, vemos que el estilo gótico y romano son los más empleados, aunque en ocasiones se alterasen o modificasen buscando mejoras o cambios. Según las técnicas empleadas y el método de impresión de la letra o de su creación, la tipografía fue variando.
Tipografías más utilizadas en la actualidad
Para hablar de las más utilizadas con nombres y apellidos, necesitamos dar un salto a la actualidad y a finales del siglo pasado, donde la llegada de los ordenadores y su desarrollo dio consigo paso a un gran número de tipografías que casi cualquier usuario, con ciertos conocimientos en la materia, puede crear sin problema y ofrecer a los demás, compartiéndolo en la red. Las industrias de la publicidad, del diseño y de los medios de comunicación han sido las que han popularizado unas u otras y quienes han buscado cambiar su estilo para adaptarse a las nuevas tendencias y a la personalidad de la marca, como decíamos, a lo que se quiere transmitir, es decir, al mensaje, etc. Veamos, ahora sí, cuáles son las tipografías más utilizadas en los últimos cincuenta años y, por tanto, cuáles son las más destacadas a nivel histórico.
En primer lugar, podemos comentar la Helvética, básica, limpia y popular durante los años sesenta y setenta, aunque ahora ya no se emplea porque, cuando un tipo de letra permanece mucho tiempo a la vista del público y del mercado, acaba cansando a los consumidores y da paso a otra nueva que la sustituye. La tipografía bodoni, Arial y Futura también cosecharon mucho éxito, aún hoy lo conservan, aunque no tanto. Vemos por otro lado Calibri y Meta, Gill Sans, que se vuelve muy versátil y ofrece diferentes tipos según lo que estemos buscando, Gotham, etc.
No podemos dejar sin comentar la que es quizás la más conocida, aunque no se lleve la corona en uso a día de hoy: la Times New Roman. Elegante, cómoda de leer y muy utilizada en prensa, periódicos, revistas, folletos, etc, por todo lo que ofrece.