Internet cambia cada año de manera revolucionaria e introduce toda una serie de redes sociales, plataformas y métodos para que las empresas y las marcas de todo el mundo puedan llegar a los usuarios y a su público objetivo de cara a ofrecerles publicidad de sus productos o servicios, información, artículos y mensajes relevantes para ellos, etc. Ha llegado tal punto de auge de las redes sociales que muchos empiezan a dudar de la importancia de las páginas webs y de si es o no recomendable crear un portal digital tradicional como tal para su actividad y para su marketing online.
Pues bien, aunque son una muy buena opción las redes y las plataformas sociales, convirtiéndose en uno de los focos principales de los departamentos de marketing y de las empresas, la existencia de una página web puede ayudar y mucho, además de que las compañías que no cuentan con una son compañías que pierden público y que, todo sea dicho, prácticamente es como si no existieran para una gran parte de la población que pueda estar interesada en ella o que podría conocerla y visitarla desde su navegador web o su buscador. Por ello y por todo lo que ofrece, como la opción de realizar una tienda online o un portal de noticias e información relevante de cara a la fidelización de marca y otros usos, recomendamos tener una página web corporativa en la mayoría de casos. Y para quienes ya tengan una o estén en su desarrollo, aconsejamos mejorar y optimizar las imágenes.
Optimizar los archivos, las imágenes y el contenido de una página web, sea corporativa y de marca o más centrada en ocio y otros usos, es siempre recomendable. Veremos a continuación las razones de que sea así y métodos para lograrlo.
¿Por qué optimizar imágenes y archivos en una web?
Para empezar, las páginas webs pueden ser abiertas desde cualquier punto del planeta y por cualquier persona. No solo eso, sino que los visitantes pueden estar visitando nuestro portal digital desde un ordenador de sobremesa muy potente, un portátil con un procesador antiguo, un dispositivo móvil muy pequeño o una tableta enorme. Las posibilidades son casi infinitas. Y a eso tenemos que sumarle la velocidad de conexión, el uso de redes celulares y datos móviles, etc. Con todo ello, la espera de carga que tenga nuestra página web puede ser clave, ya que no será la misma para todos los visitantes o todo el público y, en función del dispositivo que se esté utilizando o de la conexión, podría ser un problema entrar en una página web que sea excesivamente pesada y cuyas imágenes no estén optimizadas para el formato.
Por otro lado, las empresas y los particulares que cuentan con una página web deben cuidar a fondo el hosting y el almacenamiento que están utilizando, ya que este es siempre limitado, independientemente de la cantidad de espacio con la que cuenten o de las opciones de hosting que hayan contratado y que estén pagando. Así, si se utilizan y se suben a la web imágenes y archivos demasiado pesados es posible que esta se sature demasiado y luego haya que estar borrando contenido más antiguo u optimizando a posteriori para poder subir nuevas imágenes y fotos o posts.
Y esas son las razones más básicas y sencillas, pues este tema es mucho más amplio y delicado. Incluso la navegación web y el posicionamiento SEO se ven alterados y perjudicados por el uso de contenido mal optimizado o implementado como el de las imágenes. Su formato, su peso y su calidad importan y mucho, no solo para los usuarios. Si necesitas ampliar tus conocimientos en relación a la creación de páginas web, muchos profesionales optan por realizar un curso en diseño web UX para perfeccionar su destreza.
El posicionamiento SEO, la velocidad y los formatos
Como decíamos, el posicionamiento SEO, que es el posicionamiento natural en cualquier buscador web, es muy importante y relevante para cualquier página web. De hecho, supone una basta diferencia entre tener nuevos visitantes y llegar a nuevo público o caer en el olvido y no redirigir al público objetivo a la página, con todo lo que ello supone. Buscadores como Google analizan las páginas webs y las rastrean de cara a posicionarlas en las búsquedas para los usuarios y a realizar todas las tareas de ayuda y asistencia que llevan a cabo este tipo de buscadores.
El problema está en que, además de los puntos que favorecen o perjudican dicho posicionamiento, que también debemos tener en cuenta y cuidar lo máximo posible, los rastreadores tienen un tiempo limitado para realizar dicho análisis. Si la página web tarda mucho en cargarse, el análisis no será completo o no será correcto y el buscador penalizará dicha web dándole una posición en el buscador bastante negativa e impidiendo que el público la encuentre con facilidad y comodidad. Y esto le ocurre también a los usuarios que llegan a través de un link o enlace o las redes sociales. Si ven que tarda mucho o que consume muchos datos, se negarán a repetir la visita o a moverse dentro de tal portal digital.
Los formatos de las imágenes también influyen en su peso y son uno de los elementos a cuidar de cara a optimizar las fotos y los archivos de nuestra página web, como veremos más adelante. En la actualidad existe un gran número de formatos disponibles entre los que podemos elegir según la ocasión y el uso que queramos darle. Desde el GIF hasta el PNG, pasando por el JPG. Algunos como el PNG son más pesados y otros como el JPG se vuelven más recomendables.
Crear imágenes optimizadas para la web
Cuando estemos utilizando un programa de edición o creando una página web, tendremos que exportar dicho archivo y convertirlo al formato final en el que queramos tenerlo. Es el momento en el que escogeremos entre algunos de los formatos mencionados más arriba, como el JPG. Este citado es probablemente el más utilizado para las páginas webs de todo el mundo por sus ventajas. Si bien no es el mejor en calidad ni de cara al almacenamiento de contenido importante que se quiera preservar a largo plazo, es muy bueno para la optimización de las páginas web. Además de exportarlo en un formato que pese poco, podemos escoger la calidad, según el editor de imágenes o el programa que estemos usando. Si en lugar de exportar dicho trabajo al 100% de la calidad elegimos una opción como 95%, el peso de la imagen se reducirá mucho.
Por otro lado, antes o después de la creación de una imagen y de manera independiente al formato podremos modificar el tamaño, es decir, las dimensiones de dicho archivo. Según el programa o el sistema operativo que utilicemos, podremos hacerlo desde la app o el visor que se utilice por defecto en dicho equipo. Si no, podemos optar por descargar alguna app externa o de terceros que nos de esta funcionalidad. Recomendamos al mismo tiempo escoger el tamaño idóneo para cuidar el peso y el aspecto de nuestra web y mantenerlo en el resto de imágenes similares que vayamos a utilizar. Por ejemplo, si somos un portal de noticias o artículos de opinión, podemos contar con una imagen JPG que no tenga un ancho superior a 700 u 800 píxeles. Si tenemos en cuenta que la web no suele tener una anchura muy superior, veremos que estos tamaños son lógicos y recomendables. Incluso de menor tamaño.
Es absurdo subir una imagen que supere los 500 kb de peso con una anchura mayor que la de la página web. Al fin y al cabo, se reducirá el tamaño para adaptarse al formato del dispositivo o equipo con el que se visite. Mucho mejor si va optimizada.
Otros consejos para mejorar y optimizar archivos
En caso de que trabajemos con algún tipo de GIF, quizás sea más recomendable subirlo previamente a un portal de archivos digital y enlazarlo con nuestra web de forma que aparezca al público pero no se aloje dicho archivo en la página web corporativa o principal y, por tanto, ahorre espacio y esté optimizada. En cambio, si trabajamos con PNG porque buscamos transparencias o eliminar fondos y ciertos elementos, tendremos que tener cuidado y especial atención a la hora de llevar a cabo la exportación de la foto. Escoger el formato adecuado y mirar muy a fondo las opciones. Pequeños ajustes pueden optimizar mucho.
Si bien estos consejos pueden no notarse mucho en caso de que utilicemos una o dos imágenes, a medio y largo plazo es casi algo imprescindible. Hoy día no puede funcionar correctamente una página web que no esté optimizada para el público y que no cuide al detalle sus imágenes y archivos. Es bueno para ahorrar espacio en la web, para la velocidad de carga, para los buscadores y el posicionamiento SEO, para el público y los visitantes, etc. Todo ello repercute positivamente en la empresa o el particular que hay detrás de la página web y le ayuda en sus objetivos, por lo que no podemos ignorar su importancia ni dejarlo pasar.